La primera vez que esquié.
La primera vez que esquié fue una sensación espectacular. No era la primera vez que yo visitaba una estación de esquí, pero el espectáculo que ofrecían las montañas totalmente blancas me seguía sorprendiendo. Sí que era la primera vez que esquiaba y aprender poco a poco fue genial. Conocí a mi profesor el 18 de diciembre de 2018; se llamaba Guido, era argentino y me enseñó a esquiar durante cuatro días. El primer día solo nos enseñó lo básico para controlar los esquís, pero por la tarde empezamos a esquiar por pistas verdes con Sepúlveda, nuestro profesor del instituto. Al día siguiente fuimos esquiando cada vez más y en pistas un poco más complicadas. Cada día terminaba cansado, y aunque me caí alguna que otra vez, tenía cada vez más ganas de volver al día siguiente, porque esquiar es verdaderamente un espectáculo fantástico y súper divertido. Fuimos avanzando cada vez más hasta llegar a las pistas rojas, y aquí comprendí que esquiar no es solo un deporte sino la forma de vida de